Introducción

Estamos presenciando, y en muchos de los casos somos protagonistas de los cambios que a raudales se suceden diariamente en el mundo de las organizaciones públicas y privadas y los cuales están ya impactando fuertemente a los administradores en sus comportamientos, conocimientos, habilidades, destrezas, etc., las estructuras organizacionales, los procedimientos y procesos tecnológicos.

Los estudios de Posgrado en administración y desarrollo organizacional confrontan una paradoja interesante, porque los programas existentes que claman una revalidación total de las prácticas en una realidad de las organizaciones, no han considerado la importancia que tiene la fundamentación conceptual y metodológica sobre las que dichas prácticas tienen que construirse para que verdaderamente estos programas de formación y desarrollo administrativo y gerencial tengan importantes contribuciones a nuestro desarrollo nacional.

En este trabajo se pretende revisar algunos aspectos y variables que inciden en la creación de programas de Posgrado en administración y desarrollo organizacional, cuyo impacto futuro puede ya ser visualizado, como parte de una estrategia de percepción, acercamiento y preparación a los cambios que a corto plazo, las mismas exigencias de inversiones de capital humano para el desarrollo nacional nos impone.

Los programas de Posgrado para la formación y desarrollo gerencial, incluyendo los tradicionales presenciales y aquéllos que a través de la educación continua y a distancia ofertan las universidades e institutos tecnológicos, sólo atienden una parte de la demanda real, y en muchas ocasiones resultan ser ineficaces en nuestra realidad nacional. Esta conclusión surge a manera de reflexión como parte de las crecientes dificultades que existen en la docencia e investigación en el área académica de la administración y las organizaciones, para separar de entre una enorme cantidad de información, estudios e investigaciones existentes, que claman revolucionar la teoría y la práctica organizacionales, pero que presentan serias dificultades para su implantación, ofrecen poca o ninguna garantía de resultados derivados de su aplicabilidad, y en muchas ocasiones son la principal fuente de fracaso. Por lo tanto, sus contribuciones al desarrollo nacional dejan mucho que desear.

Todo lo anterior hace pensar en la necesidad de implantar y reforzar los planes y programas de Posgrado en administración y desarrollo organizacional, ampliar su cobertura para cubrir la demanda real en todo el territorio nacional a través de programas de Posgrado a distancia, así como actualizar los pocos programas existentes, a fin de que verdaderamente contribuyan en la formación del capital humano, el cual es considerado como el promotor por excelencia del desarrollo nacional, tan necesario en estos tiempos de crisis.

Las Tendencias de los Cambios que Impactarán los Programas de Posgrado en Administración y Desarrollo Organizacional

Los acelerados cambios que se están efectuando en estos tiempos de posmodernidad, afectan todos los órdenes económicos, sociales y políticos, y por lo tanto, también afecta el mundo de las organizaciones, que se expresa en los impactos, en el comportamiento de los individuos que la forman, sus estructuras sobre las que establecen las interacciones e intercambios, y que son facilitadas por sus procesos, procedimientos, sistemas y técnicas, en una palabra, su tecnología. Por supuesto, todos estos cambios están modificando maneras de pensar, formas y estilos de vida, quehaceres y actividades de los individuos.

A pesar del aceleramiento de los procesos de cambio en todos los niveles de la organización humana, en las estructuras económicas, sociales y políticas, las organizaciones e instituciones y en los individuos, las capacidades de absorción y adaptación a los efectos que se manifiestan y se expresan en una multiplicidad irrepetible, están incrementando las oportunidades de desarrollo y progreso o de crisis desastrosas. En nuestra memoria nacional todavía están demasiado frescos los recuerdos lascerantes que han provocado las recurrentes crisis de desarrollo y que solamente conduce a preocupaciones y falta de certeza, a sentimientos de inestabilidad e inseguridad por el futuro, engendrados por la relación del presente al pasado.

Todo este marasmo provocado por las crisis perturbadoras del desarrollo nacional, a logrado finalmente, hacer que se reconozca la importancia de planear el cambio en las unidades económicas y organizaciones en general, para aprovechar las ventajas que ofrece. La premisa fundamental del cambio debe basarse en asumir la continuidad del cambio, más que su estabilidad relativa, tanto en las organizaciones como en los individuos. Estos cambios en las personas y en las organizaciones implican necesariamente cambios en los programas de formación de sus operadores e instrumentadores, los administradores, directivos, desarrollistas organizacionales, etc.

Una tipología que modifica a la presentada originalmente por Welsh (1993), sobre los cambios a nivel macroambiental como internos, involucrados en las organizaciones, y sus implicaciones futuras en los programas de Posgrado para la formación de administradores, puede representarse mejor esquemáticamente de la siguiente manera:

Nivel Macromabiental

Cambios Internos

Implicaciones Futuras

Cambios en el macroambiente de las organizaciones

Impacto en la administración de las organizaciones

Estrategias alternativas para la administración

Cambios tecnológicos y en las relaciones económicas

Cambios de estilos fluí dos de liderazgo y dirección organizacionales

Cambios en las carreras profesionales, jornadas de trabajo, retiros tempranos, etc

Turbulencia social y política

Presiones de cambio para los directivos y asesores administrativos

Complejidad de las tareas administrativas, adquisición de más y mayores responsabilidades administrativas, etc.

Globalización de las relaciones organizacionales

Comprensión del espacio y el tiempo

Concentración en programas "cross" culturales de formación y desarrollo de capital humano

Mejoramiento de la eficiencia y eficacia de las organizaciones

Sobrecargas de información que requiere de una mayor absorción de la incertidumbre y de una continuidad en la adquisición del conocimiento

Cambios en los programas de formación y desarrollo de administradores y directivos, con un mayor énfasis en el entrenamiento en la teoría-investigación-acción realizado a través de tutorías en educación continua y a distancia

El administrador del futuro tiene que ser un buen operador, con un alto nivel de motivación orientada a la obtención de resultados mediante la adquisición, asignación y manejo de los recursos. Tiene que ser, por lo tanto, un administrador altamente desarrollado y autoconfiable, con un amplio entrenamiento científico y tecnológico, con capacidades y habilidades para resolver problemas a través de procesos de investigación y adaptación de conocimientos, y por lo mismo, reclutado de los mejores programas de posgrado en administración.

Encontrar administradores "ya hechos y desarrollados" capaces para enfrentar los retos que plantean los vertiginosos cambios de los tiempos posmodernos, representa un serio obstáculo al desarrollo de las mismas organizaciones, por lo que resulta menos complicado atacar este problema desde su origen: la "hechura" del administrador a través de los programas de formación y desarrollo.

Tener que "hacer" al administrador del futuro, significa que las organizaciones mismas necesitan replantear sus propios programas de desarrollo gerencial para desarrollarse a sí mismas, bajo un concepto de autodesarrollo, a partir de la investigación de sus propias realidades y necesidades. Para esta "hechura" deben contar con la colaboración de los programas de estudios de posgrado de calidad, los cuales deben abandonar los recintos universitarios, romper las barreras del amurallamiento "tradicional" de sus programas académicos y de investigación, que las aleja de las realidades organizacionales y del desarrollo regional y nacional, aprovechando la virtualidad de los cambios científicos y tecnológicos, como un signo más de los tiempos actuales. Se requiere, por tanto de acercamientos más flexibles en tiempo y en espacio, pero que cuiden el rigor científico y que incluso, lo mejoren.

Uno de estos acercamientos flexibles al autodesarrollo organizacional, y que se sustenta sobre la base de la auto-actualización de las personas, permitiendo su máxima expresión para la superación y el crecimiento individual fundamentado metodológicamente en la acción misma, lo constituyen los esquemas de los programas de estudios de Posgrado en administración implantados bajo sistemas de educación continua y a distancia. Este esquema de programas de formación de investigadores, académicos y practicantes de las ciencias administrativas puede tener operatividad global gracias a los adelantos tecnológicos en la información, la electrónica y la telemática que cada vez son más baratos, más rápidos y tienen una mayor cobertura y disponibilidad para ser accesadas por más personas. Los límites y los alcances son infinitos.

Los programas de estudio de Posgrado en administración a distancia pueden desarrollarse hasta el nivel de auto-aprendizaje de los desarrollos teóricos, las habilidades técnicas, y la metodología de la investigación, apoyados por tutores que periódicamente orienten, revisen y evalúen los objetivos del proceso de enseñanza-aprendizaje, apoyándose en lecturas de textos, resolución de casos, ejercicios, videoconferencias, empleo de la internet y otras técnicas modernas iterativas de video, etc. pueden reemplazar la posible deficiencia que pudiera haber en la falta de interacción personal entre el tutor y el estudiante de Posgrado, como Welsh (1987) da cuenta de experimentos que han demostrado que los contactos periódicos entre el tutor designado y el estudiante de Posgrado puede ser exitoso a pesar de las distancias y que la asignación de las tareas pueden ser determinadas de tal forma que la autoevaluación es una posibilidad.

Por supuesto, las instituciones académicas que realicen estos programas de estudios de Posgrado en administración en la modalidad a distancia, si hacen uso adecuado de los adelantos tecnológicos, pueden tener participantes a lo largo y ancho del globo terráqueo, y tienen las posibilidades de reforzar los procesos de investigación-aprendizaje-enseñanza -práctica mediante la flexibilización de los sistemas tradicionales, como por ejemplo a través de visitas de su personal docente y de investigación a los sitios donde se encuentran los participantes de estos programas, o bien buscando apoyos de otras instituciones locales, de consultores, académicos e investigadores que residan en los lugares donde también residen los participantes.

La constante interacción entre el profesor-investigador y el estudiante-investigador constituye el cimiento sobre la cual ha de edificarse los procesos de formación de capital humano, aunado a la relación que ambos deben tener sobre la realidad de un objeto de estudio- como por ejemplo, las organizaciones en las ciencias administrativas- y al medio ambiente con el cual se realimentan para la realización y el ejercicio de su investigación-práctica.

Las nuevas generaciones que se formen en programas de investigación y docencia en administración bajo la modalidad de educación a distancia, tienen a su disposición un caudal de sistemas, métodos y herramientas que los mismos adelantos científicos y tecnológicos están desarrollando, como por ejemplo, las capacidades de almacenamiento de información en texto, audio e imagen de los discos láser que pueden ser usadas a través de una computadora personal, y cuyas aplicaciones al área académica de la administración, permitirán al estudiante conocer a través de la pantalla, eventos, problemas y fenómenos de las ciencias administrativas, con los cuales puede interactuar para explorar, cuestionar, preguntar, simular la realidad, tomar decisiones, probar métodos de acercamiento a la resolución de problemas, contestar, obtener conclusiones, etc., sin exponerse a los riesgos inherentes a las situaciones de la vida real y a las presiones del tiempo.

Es ya una realidad que el destino nos ha alcanzado. A los administradores actuales, les ha tomado mucho tiempo para obtener madurez y experiencia. Muchos de los actuales directivos y administradores de las organizaciones no tuvieron una formación académica y científica provocada por la ya anunciada revolución tecnológica y de la información, la cual ha tenido un fuerte impacto sobre las operaciones microelectrónicas, robóticas y telemáticas controladas por teclados y monitores, y por lo mismo, ante los grandes avances en éstas áreas de la tecnología, estos administradores y directivos, están fuertemente presionados y urgidos para desarrollar capacidades en el empleo de sistemas operativos en todas las áreas funcionales y los diferentes procesos y procedimientos organizacionales. Todavía, la administración de las organizaciones sigue siendo un área reservada para los viejos, cuyas energías y creatividad se está minando por sus incapacidades para asimilar la nueva tecnología.

Mientras que por otro lado, la generación actual que se forma en las instituciones académicas y de investigación en ciencias administrativas está siendo formada en los "teclados y monitores", para usar el lenguaje de Welsh (1993). Es evidente la existencia de una inevitable revolución en las prácticas administrativas que tiene impactos globales y que modifica todas las variables organizacionales: comportamientos, estructuras y tecnología. Son los jóvenes profesionales ejecutivos, con una cultura urbana, entrenados en universidades privadas, también conocidos como los "yuppies", los que más rápidamente están asimilando los avances tecnológicos e incorporándolos a las practicas directivas y administrativas de las organizaciones.

Los programas de formación de investigadores, académicos y practicantes de las ciencias administrativas en la modalidad abierta y a distancia, transfiere el control de los procesos de enseñanza-investigación y aprendizaje a los participantes. El profesor-investigador tiene que trabajar en sus investigaciones, las cuales debe incluir en sus programas de estudio e investigación, incorporando sus propias experiencias para que sirvan de base en la transferencia de los procesos de investigación-aprendizaje-práctica-enseñanza de los alumnos de Posgrado, en la generación de nuevos conocimientos acordes a realidades que pueden ser totalmente distintas.

Este hecho implica que la metodología de los programas de estudio de posgrado en administración, tenga la tendencia a un alto nivel de personalización, en que cada uno de los participantes, por tener realidades personales y organizacionales diferentes, de la misma forma que necesidades de desarrollo personal, regional y nacional propios de los sectores en los que efectúa sus contribuciones, tiene su problemática propia a resolver, su objeto y su espacio de investigación y estudio, sus variables independientes y dependientes intrínsecas a su realidad organizacional, etc., y por lo tanto, tiene los elementos y componentes para el diseño investigatorio.

Para enfatizar que el método docente en posgrado se va haciendo más personalizado conforme va creciendo en grado, conviene recordar a Domínguez (1981), quien afirma que "entre más altos estén los estudios superiores, la persona del estudiante aparece más independiente, y en forma espontánea la docencia se ejerce con sistemas personalizados de altísimo nivel" fundamentando la hipótesis de trabajo de un maestro centrado en la persona, en los estudios de la filosofía psicológica o psicología filosófica desarrollados por Rogers (1972): "Cuando se hallan en contacto real con los problemas de la vida, los alumnos desean aprender, crecer, descubrir y también crear". Es Rogers quien también afirma que "desde un punto de vista social, el aprendizaje más útil, en el mundo moderno, es aprender a aprender, lo cual implica una continua apertura a la experiencia y una incorporación dentro de uno mismo del proceso de cambio".

Las metodologías basadas en los aprendizajes activos que parten de la premisa de que se aprende haciendo, proponen que la forma activa de la enseñanza-aprendizaje en Posgrado se da por antonomasia (Domínguez, 1981) y que la tarea principal del maestro es facilitar la participación de los estudiantes para que sean creadores y productores de trabajos e investigación, lo cual lo hace aprender eficazmente. Este método de educación activa promueve la iniciativa de los participantes de estos programas para que puedan desarrollar proyectos de investigación y desarrollo especiales, los cuales pueden ser realizados en forma individual o en equipo multidisciplinario en los mismos lugares donde desarrollan sus actividades laborales.

Bajo esta metodología de educación activa, el participante en estos programas de estudio de Posgrado decide lo que necesita aprender e investigar, contando con la asistencia tutorial. Sobre el principio de que la única forma de aprender a investigar, es investigando, así, en este enfoque se forman los mejores investigadores. Para el caso de implantarse, Según Domínguez (1981), "Este modo de aprender reduciría o casi excluiría la clase magisterial y también el dictar conferencias que no estimularan activamente al receptor. Por supuesto que en este factor influirá decisivamente el número de alumnos y las condiciones de tiempo y de lugar que tengan los mismos estudios y los propios estudiantes."

Para reforzar sus procesos de investigación-aprendizaje-enseñanza-práctica, puede apoyarse en todos los recursos y medios tecnológicos que están disponibles, ya sea bajo los esquemas de avance y autodesarrollo a su propio ritmo y consecuente con sus propias necesidades, sacando el máximo provecho a la experiencia personal adquirida con anterioridad en su ejercicio profesional de la administración, reforzando con las contribuciones de otras experiencias, discutiendo, analizando, recibiendo realimentación, críticas y sugerencias a sus logros investigatorios y académicos, compartiendo conocimientos, etc., con otros estudiantes del mismo programa, a través de reuniones grupales periódicas. La solución de problemas complejos descansa cuando equipos interdisciplinarios de investigadores analizan y toman decisiones conjuntas. Cuando se participa en grupos de trabajo académico y de investigación, los requerimientos de interdisciplinariedad se vuelven evidentes para abordar los procesos de docencia e investigación científica y tecnológica.

Queda todavía por analizarse las dimensiones de una formación ética y humanista, ampliamente fundamentada en valores y principios trascendentes, sin la cual la formación de los posgraduantes estaría incompleta, y se carecería de una orientación equilibrada para lograr mejores estándares de justicia y desarrollo social, político y económico.

La Formulación de las Políticas para el Cambio de los Programas de Posgrado en Administración y Desarrollo Organizacional bajo Sistemas de Educación Continua y a Distancia

1) La primera justificación de la existencia de esta modalidad de programas debe sustentarse en la orientación a la solución de los problemas que atiendan las necesidades que plantean el desarrollo local, regional y nacional, así como por sus contribuciones en la formación de capital humano altamente calificado en capacidades para la creación y aplicación del conocimiento científico y tecnológico que promueva mejores estadios de dichos desarrollos. Dicho de otra manera, la calidad académica de los programas de Posgrado están estrechamente relacionados con los niveles de desarrollo regional y nacional alcanzados.

2) Los programas de Posgrado en administración en la modalidad de sistema abierto y a distancia, deben concebir el equilibrio entre los procesos de enseñanza- aprendizaje y los procesos investigatorios como dos componentes inseparables, indispensables y complementarios para la formación científica y tecnológica del capital humano. Los estudios de Posgrado en administración y desarrollo organizacional que no se vinculan con problemas de investigación específicos, sólo constituyen cursos de actualización o remediales de procesos de educación deficientes en los niveles anteriores. Pero también este equilibrio de los procesos de docencia e investigación que debe existir en el diseño de un plan de estudios de Posgrado, tiene que orientarse a vincular la práctica académica y la investigación a la solución de los grandes problemas locales, regionales y nacionales.

3) Tanto la reestructuración de los programas tradicionales, como la promoción de la modalidad a distancia, requieren de procesos de planificación en torno a una estrategia de desarrollo nacional y regional, que tome en cuenta todos los elementos de y las variables que lo apoyan o que lo limitan, ya sea a niveles macroambientales, como las internas, a fín de re-visionar el proyecto de Estado-nación que queremos, para re-formular las líneas de acción, re-definir sus grandes propósitos, re-establecer la misión y clarificar los objetivos específicos de dichos programas de Posgrado en administración y re-diseñar sus políticas de operación.

4) Diseñar modelos flexibles de organización estructural académica y de investigación, a través de la redefinición de estas funciones como componentes esenciales que tienen como objetivo el mejoramiento de la formación científica y tecnológica de los estudiantes de Posgrado en administración, estructurando nuevos sistemas y modalidades, como los estudios a distancia, que aquí proponemos. Para la implantación de este tipo de programas, es condición necesaria la modificación o sustitución total de las estructuras organizacionales rígidas y autoritarias de las instituciones de educación superior, basadas en modelos de organización tradicionales, piramidales y verticales, que obstaculizan la fluidez de los procesos académico-administrativos, que a través de una intrincada red de complicados trámites, burocratizan y merman la calidad de los procesos de investigación-aprendizaje-enseñanza-práctica.

El nuevo modelo de organización que sustituya al modelo burocrático, tiene que facilitar la flexibilidad y fluidez de sus procesos, permitir las expresiones democráticas, y sobretodo establecer contactos reales con su medio ambiente en su zona de influencia de tal forma que le permita la vinculación docencia-investigación de sus programas. Lo anterior sirve de sustento para que a través de una mejor planificación de la descentralización del sistema de producción del conocimiento científico y tecnológico, se logre la autonomía de la ciencia y la tecnología administrativa que el desarrollo regional requiere.

5) Introducir los cambios organizacionales en las instituciones de educación superior que ofrecen programas de Posgrado en administración, a fin de que reorienten su misión organizacional hacia la prioritaria producción del nuevo conocimiento y el desarrollo científico y tecnológico, más que a la mera reproducción de conocimientos nacidos en realidades diferentes y que muchas de las veces conducen al vicio de excesivos teoricismos, con una notoria ausencia de investigaciones empíricas y de campo.

6) Fortalecer los programas de estudios de Posgrado en administración, expandiendo no solamente la matrícula de los participantes, sino también mejorando la calidad tanto de los mismos programas como de una selección más rigurosa del nivel académico de los participantes, de tal forma que no se distraingan tanto los esfuerzos en cursos propedéuticos y remediales en detrimento de las actividades investigatorias, verdadera finalidad de los programas de Posgrado. La participación de un grupo de investigadores realizando investigación, es el componente más importante de los estudios de Posgrado, sin el cual, los planes y programas de estudio quedan reducidos a una currícula de simples cursos de actualización y especialización.

7) Incrementar la infraestructura existente en los programas de estudio de Posgrado, orientando y destinando una mayor parte de los recursos existentes para la investigación y el desarrollo tecnológico. La investigación requiere de infraestructura: centros de investigación, bibliotecas, centros de cómputo, laboratorios, talleres, equipo y materiales audiovisuales, publicaciones y obra editorial, etc. No es posible la creación de programas de Posgrado en administración, de alto nivel y calidad, sin que existan los mínimos requerimientos de infraestructura. Muchos de los que existen actualmente, presentan múltiples deficiencias en infraestructura, las cuales repercuten en la mala calidad de sus programas.

8) Buscar metodologías alternativas y nuevos escenarios de enseñanza-aprendizaje-investigación-aplicación que vincule los programas de estudio de Posgrado en administración con la realidad de las organizaciones y unidades económicas y que promuevan la generación y adaptación de nueva tecnología administrativa capaz de contribuir al desarrollo de los sectores productivos. Lo anterior permitirá sustentar los programas de Posgrado en administración a distancia.

9) Establecer líneas de acción que impliquen la formación y consolidación de plantas de profesores-investigadores, quienes promocionen la cultura de la colaboración conjunta y su vinculación y apoyo con alumnos-investigadores y con los sectores productivos y sociales, de tal forma que permitan socializar las tareas de docencia e investigación científica y tecnológica, estableciendo corresponsabilidades en la formación de capital humano y estableciendo prioridades en los apoyos tecnológicos que requiere el desarrollo de las empresas y la sociedad en su conjunto. La formación de un grupo de investigadores en los programas de Posgrado en administración es una condición necesaria para la creación y adaptación de nuevos desarrollos de la metodología y técnicas de investigación.

10) La participación con el financiamiento de los recursos necesarios para realizar las inversiones en la formación de capital humano en áreas de las ciencias administrativas y organizacionales es corresponsabilidad de todos los sectores: el Estado, la iniciativa privada, el sector social, etc., porque el desarrollo nacional, regional, local, organizacional e individual, es tarea de todos.

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